Euskal Memoriako blogak

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Lo que cuentan las piedras

2016-09-30

Julia Monge Sarabia - Intxorta 1937 kultur elkartea

Fue en Febrero de este año cuando estuvimos recogiendo testimonios en Peralta y Lodosa, dos días intensos que por diversas razones, muchas de ellas bastarían por sí solas para un artículo, me han removido a lo largo de estos meses. La calidez de las cocinas y, sobre todo, de las personas que nos acogieron, suavizó el drama vivido y relatado por las mujeres entrevistadas. Los pimientos de piquillo y los espárragos que nos brindaron Amelia y Benito, ambos de la Asociación Gurugú, se mezclaron con un denso silencio ante la sinceridad de su historia, complicada y valiente. Y las primeras lágrimas de Benito permitieron que las nuestras deshicieran el nudo que nos impedía seguir saboreando aquellas delicias, cosecha propia, que, presionados por el tiempo, habían improvisado. Todavía nos esperaba Angelita, Ángela Rodriguez Morentin no había cumplido 2 años cuando detuvieron a su madre, Amada Morentin, exactamente el 19 de Julio de 1936. Presa en la cárcel de Estella hasta el 7 de Septiembre, día en que fue fusilada.

Como ella, miles de víctimas sufrieron la represión directa ejercida por los sublevados, dirigidos por el nuevo gobernador militar, el general Emilio Mola. Ejecuciones extrajudiciales, paseos y sacas de presos y presas, cortes de pelo, humillaciones, violaciones y un largo etcétera son el tributo que las tropas dejarían en la Ribera Navarra y en el resto del territorio.

Han pasado 80 años desde el golpe de estado contra la II República y sus gentes, y la Asociación Mujeres con Memoria / Oroimenaren aldeko emakumeak, quiere mostrar su gratitud y reconocimiento a todas las mujeres que fueron víctimas y resistentes, a su legado, a su dignidad y a una lucha que a día de hoy continúa trabajando por la Verdad, la Justicia y la Reparación.

Para recordar, para visibilizar, para paliar el silencio y restaurar la Historia, el día 8 de Octubre se inaugura en Azkoien (Peralta), un conjunto escultórico en homenaje y reconocimiento a las mujeres víctimas y resistentes en Navarra 1936/2016. De acuerdo con el Ayuntamiento, la escultura se colocará en el Parque del Arga. Para ello, llevan meses planificando su realización a través de la participación civil en Auzolan. Planteado como un proyecto colectivo, a la vez que autogestionado, cuenta con la colaboración económica de entidades solidarias y personas individuales, el trabajo de artistas, técnicas, gestoras…, un gran equipo que ha diseñado, proyectado, presupuestado y coordinado todos los trabajos de construcción, instalación y puesta a punto.

El momento más importante y simbólico del proceso concluirá con el rellenado de las faldas de dicha escultura con cientos de cantos rodados y diferentes piedras pintadas con mensajes, inscripciones y tallas, llegadas desde muchísimos lugares de Euskal Herria y del Estado. “Piedras rodadas, piedras erosionadas, piedras dolidas que vienen y van como las mujeres víctimas de nuestra historia que ahora recordamos y homenajeamos, piedras duras y resistentes como ellas, piedras como tantas mujeres a las que reconocemos y admiramos”.

Desde la Plataforma Vasca para la Querella contra el Franquismo se decidió apoyar la iniciativa aportando una cantidad económica y enviando una piedra recogida en Saturraran, en el lugar donde estuvo la cárcel y por la cual pasaron (murieron 107 reclusas y 48 criaturas) entre 1937 y 1944 más de cuatro mil presas políticas. Esta piedra dolida, dura y resistente reivindicará, junto a otras muchas cargadas de igual simbología, esa parte de la historia que no queremos olvidar.

Y, paradojas de la vida, mientras nos reuníamos, decidíamos, intercambiábamos pareceres, se nos cuelan las declaraciones del Ministro del Interior “en funciones”, que ante la decisión tomada por el Ayuntamiento de Iruñea de exhumar los restos de Mola y Sanjurjo (líderes golpistas) y el cierre de la Cripta del Monumento a los Caídos, donde descansan sus cuerpos y los de otras seis personas, señala que:

"lo que interesa a España y a los españoles, a Navarra y a los navarros, es mirar al futuro, no mirar aquello que nos divide, sino mirar aquello que nos une".  Y como "ese tema me lo conozco bien" ha considerado que "hay algunos que pretenden ganar la Guerra Civil 40 años o no sé cuántos años después de haber terminado en el año 39". Además, por si alguien todavía no se había convencido concluye: "Eso es lo que pretendieron los constituyentes con gran altura de miras, eso es lo que pretendió la Constitución, y no que nos estemos echando unos a otros hechos dramáticos y tristes que sucedieron ya hace muchos años".

Jorge Fernández Díaz, hoy miembro del Partido Popular, ayer de UCD, CDS y Alianza Popular, es además miembro supernumerario del Opus Dei y seguramente, por ello, por el pedigrí que le confiere su trayectoria, ´sabe´ perfectamente lo que nos interesa, lo que pretendemos y hacia dónde tenemos que mirar. Pero, por suerte, ni el futuro que él persigue, ni su particular vara de medir la altura de miras, son cosas que me preocupan (aunque me irriten), por lo tanto, miraré hacia adelante y hacia atrás cuando quiera, como quiera y con quien quiera.

El testimonio de Angelita es dramático, es triste pero además es OTRA COSA que al ministro se le olvidó decir mientras contemplaba el futuro: habla de una vulneración de derechos humanos que nunca debió suceder, de un crimen de lesa humanidad que nunca ha sido juzgado y que solo la impunidad permitió que sus asesinos siguieran viviendo en el mismo pueblo y pudieran pasearse victoriosos, la misma que hoy todavía permite las palabras de un pretendido visionario ´en funciones´, fue también silencio y miedo y sobre todo OLVIDO. Pero la Verdad es ésta:

Angelita Rodríguez Morentín nace en Lodosa el 5 de Agosto de 1934.

 “A mi madre la detuvieron el 19 de Julio, y la llevaron a la cárcel de Estella. Allí estuvo hasta el 7 de Septiembre, que es cuando la sacaron a fusilar. A un término que se llama Ibiriku”.

 “Había nueve hombres, y mi madre diez, enterrados en el mismo sitio. Supimos que era ella porque los hombres estaban en una posición y a mi madre la tenían ´al cruzau´ y luego por las ropas que entonces se llevaban, aunque era muy joven, de los acerillos o acericos de la faja, por eso supimos que era ella”.

“Sacamos a nueve hombres y a mi madre diez, los mataron en la misma cuneta pero como el sitio era tan duro, nos lo explicó precisamente el enterrador que estuvimos con él a los años, los metieron hacia dentro y adentro los enterraron, adentro del campo; cuando fuimos a desenterrarlos, un hombre que era dueño de la pieza nos dijo que durante muchos años sabía que estaban ahí porque ellos sembraban la pieza y se notaba que allí mejoraba el grano”.

Ante la pregunta de ¿por qué crees que mataron a tu madre?, Angelita responde: “Como ahora los jóvenes protestan por los trabajos, por la forma que han quitado los sueldos y todo, pues entonces yo pienso que protestaba por lo mismo, nada más que por eso. Había una manifestación y según de lo que era, yo tengo entendido, que iba y protestaba, por lo demás, no sé”. “Hubo una persona que salió, esto no lo he dicho nunca, que salió diciendo que mi madre había amenazado a la persona que luego la mató, que la había amenazado con una hachuela, pero aquel hombre que dijo que la había visto no fue al Tercio, se libró, o sea que con eso te digo bastante”.

“Todos sabemos quién mató a nuestras familias, porque encima que lo hacían, lo decían, porque les parecía que habían hecho… Por eso se ha sabido todo”.

“Sabemos que estaba embarazada de tres meses y medio, casi los cuatro, y cuando la fueron a matar, ella, dicen que les dijo, porque lo sabemos por el que les enterró, y porque ellos lo decían, dejadme en la cárcel hasta que tenga el hijo y luego, hacéis de mí lo que queráis. Y el que estaba para matarla le dijo, a ti te voy a matar yo y te voy a quitar hasta las raíces, y así lo hizo”.

Su madre, Amada Morentin Roldán, no sería la única. Asunción Vergara de Luis y Felipa Pueyo Ruiz, seguirían la misma suerte. En total, 131 personas fueron fusiladas en Lodosa, más de tres mil en Navarra, víctimas de “una limpieza política del adversario” perfectamente programada.

Angelita siempre ha contado la historia de su madre, se ha enfrentado a quien fuera necesario y cree que es necesario saberlo.

El 8 de Octubre las piedras hablarán de ellas. •