Euskal Memoriako blogak

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Un mapa desde el Más Allá

2016-07-01

Joseba Zabalza - Fotógrafo

Desde hacía varios meses había hablado con Argiñe Goikoetxea, la hermana del militante de ETA Jon Goikoetxea "Txapela", para ir a hacer unas fotos en el lugar donde cayó muerto, allá por el año 1972. Por lo que había leído, el paraje donde "se mató" o "lo mataron" se sitúa en el valle de Baztan, la "Balsa de las Ranas" le llaman, muy cerca de la muga. De hecho las crónicas no oficiales de la época dicen que fue ametrallado cuando se hallaba en Iparralde, que una ráfaga por la espalda acabó con su vida. El informe presentado por el capitán de la segunda compañía de Guardia Civil ubicada en Elizondo dice literalmente lo siguiente: "(...)en el paraje conocido como la "Balsa de las Ranas", de este municipio resultó muerto por una herida de arma de fuego Juan Bautista Goicoechea Elorriaga (...) el fallecimiento le sobrevino por decisión propia al dispararse el expresado un tiro con la pistola que portaba (...)"

Unos días antes de poner una fecha concreta le comenté a Argiñe que deberíamos ir a Irurita y después hacía arriba para llegar a aquel paraje. Estaba confundida: "En casa siempre hemos tenido la idea de que lo mataron en Urdazubi", me dijo. Pensé y así se lo hice saber, que ese mismo año en Urdazubi, pasando la muga, acribillaron a tiros a Juan Antonio Aranguren "Iharra" y que tal vez habían estado confundidos todo este tiempo.

Para cerciorarme de la historia estuve con un antiguo miembro del comando de Jon y resumiendo la conversación que tuvimos, me dijo que sí, que entre Ziga e Irurita se produjeron dos tiroteos y que después de separarse vieron al militante subir hacía aquel lugar. Pensaron que en un par de horas se encontraría a salvo en el otro lado, pero jamás lo volvieron a ver. Estaba claro que aquello de Urdazubi no tenía ningún sentido.

Quedamos para ir un lunes por la mañana y llegó en autobús desde Bilbo de víspera. Le había ofrecido quedarse en mi casa a dormir para que al día siguiente pudiésemos ir tranquilos y descansados a la zona. Mientras bajábamos hacia el barrio desde la estación, le comenté mis averiguaciones. Era imposible lo que la familia creía. Entonces me dijo: "No importa, mi hermano me ha dicho cual es el lugar exacto donde murió".

Tenía la certeza, porque me había documentado, de que la familia Goikoetxea-Elorriaga eran cinco hermanos, tres mujeres y dos hombres. Jon cayó en el 72 y a Mikel lo mató un francotirador del GAL en el 84. Me quedé un poco desconcertado con su respuesta.

- ¿Qué hermano te ha dicho el lugar? - pregunté extrañado.

- Ha sido Batis.

- ¿Y quién es Batis?

- Mi hermano, Juan Bautista, el que murió en la muga, Batis. Me ha hecho dibujar un mapa. El guiaba mi mano.

- Ah, no sabía que le llamáseis así -comenté. Bueno cuando lleguemos a casa me lo enseñas.

Al llegar a casa sacó un papel del bolso y me lo dio:

- Este es el lugar según me ha dicho. Las frases también me las dictó él.

Mire durante un momento aquel papel, que me recordó el mapa de algún tesoro escondido.

- Bueno Argiñe, mañana, antes de ir hacía allí, nos vamos a meter en Google y te voy a enseñar el lugar donde dicen que encontraron a tu hermano. ¿No has utilizado nunca el Google Maps?

- No sé lo que es eso - me respondió.

A la mañana siguiente encendí el ordenador. Tenía como referencia una borda situada muy cerca del lugar. Había un camino o una pista forestal, se veía en la pantalla, pero lo que no sabía era si podríamos llegar en coche. Coloqué el punto de vista del satélite encima, acerque el plano con el zoom hacia la "Balsa de las Ranas" y me quedé sorprendido con lo que descubrí.

Aquella Balsa tenía un enorme parecido a lo que Argiñe había dibujado. Cuándo se lo enseñé y me vio algo aturdido por el descubrimiento sonrió y me dijo: - Yo ya estoy acostumbrada, pero las primeras veces te quedas un poco asustado.

Lo que para algunos, los más incrédulos, es sugestión supongo, para otros azar y para los más proclives a creer en lo paranormal una certeza, me confirmó que íbamos en el camino correcto. Aunque fuese una revelación del más allá me pareció una evidencia.

Nos perdimos varías veces antes de llegar al lugar después de un duro ascenso. Fue emocionante localizarlo. Para Argiñe, una persona muy espiritual, de alguna manera fue volver a encontrarse con su hermano. Hicimos fotos, nos sentamos al lado de aquella balsa, comimos algo, admiramos el precioso paisaje.

Al de unos días recibí un e-mail de Argiñe que decía: "Mi hermano me ha hecho dibujar esto, parece ser que es el punto exacto, mira a ver si lo puedes localizar en las fotos". •